viernes, 15 de julio de 2016

Los terrenos de PODEMOS - Vicente Cervantes


   Dice el mordaz y lúcido Juan Carlos Monedero que UNIDOS PODEMOS es “la única fuerza que puede representar los intereses de la mayoría. Sólo falta que haga un ejercicio de madurez y, pasadas las elecciones, pase a hacer política en serio. A partir de ahora, lo que le toca es crecer.” 

También que “los análisis reclaman tiempo. Hay varios factores que han influido. La teoría de sistemas establece que todos los factores coevolucionan; buscar un único factor no es correcto. La gran coalición del miedo contra Unidos Podemos es un factor central, han sido dos años de ataques donde han estado al alimón PSOE, PP y Ciudadanos, y también los medios de comunicación han colaborado.”



Enfocar las cosas de otra forma sólo puede ser fruto de las incontenidas emociones que, lógicamente, abundan estos días en esta larga resaca postelectoral del 26J. O motivado por una actitud criticona, que usa la preponderancia de un factor u otro, como arma arrojadiza para justificar posiciones previas y atizar una guerra cainita, con vistas a la vez (segunda o tercera) en la que si vaya “la vencida”, y un “frente amplio” gane las elecciones generales. 

El pensamiento crítico se construye a la contra, desechando prejuicios, para atrevernos a conocer la realidad, a diagnosticarla correctamente, y así disponer las estrategias y las tácticas, con articulación adecuada de herramientas y recursos humanos, financieros y tecnológicos, para transformarla en el sentido deseado. 

Creo que nos merecemos hidratarnos adecuadamente para superar la resaca postelectoral. Y enfriar los análisis con granizado de limón murciano. 

La supeditación de todo a la “guerra relámpago” (electoral) no ha dado los frutos esperados, por ahora. Y razonablemente, debemos reconocer que ha ocasionado demasiados daños colaterales, cuantitativos y cualitativos, internos y externos.   

Pero a quien le preguntaras hace 26 meses si pensaba que una fuerza como UNIDOS PODEMOS iba a tener 71 diputad@s y 5 millones de votos, al margen de los partidos tradicionales, te tacharía, como mínimo de loco. Incluso muchas de las personas que hoy ostentan diversas responsabilidades en Consejos Ciudadanos y Secretarías Generales de distinto nivel en PODEMOS. O incluso muchas personas que son cargos electos en diversas instituciones. Y es que ya se sabe que los caminos que abrimos la gente loca a machete en la densa selva, luego la transitan l@s sabi@s. 

Sobre todo porque hemos contribuido por acción y por omisión a derivar muchas fuerzas y esfuerzos a un ámbito de intervención: el político‐institucional. Hemos utilizado mucho del sustrato nutriente generado por el 15M‐2011, el 25 S‐2012, el 22M‐ 2014,…para un terreno que, ciertamente, ha obtenido resultados exitosos en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, aunque nos dejemos sugestionar y golear psicológicamente por los medios de persuasión de masas, y confundamos frenazo con batacazo. 

Desde hace muchos años, uso conceptualmente un mapa para “catalogar” los terrenos de intervención transformadora. Serían cinco, uno por cada dedo de la mano, como esa mano que levanta Juan Carlos Monedero en muchos actos públicos. Esa mano simbólica que dice NO a todo lo injusto, lo discriminatoria, lo explotador, lo inhumano. 

Veamos los cinco ámbitos o terrenos, que no son químicamente puros, pues tienen zonas de intersección, con líneas difusas: 

1.‐  Sociocultural: Representado por el dedo meñique. Un dedo que algunas personas usan mientras piensan o filosofan. Tómese lo de cultural en sentido antropológico, esto es, que trabaja sobre la escala de valores que animan nuestro comportamiento como personas, grupos, clases, pueblos,…Los medios de difusión estarían en este ámbito. Las charlas‐coloquio. Los cine‐forum. Las jornadas o talleres. Y ese tipo de cosas. Incluidas las convivencias y los ejercicios espirituales. O la defensa de las naciones sin estado y los derechos de las lenguas minorizadas o no oficiales. 

2.‐  Socioeconómico: Aquí tenemos el dedo anular. Donde mucha gente se suele poner un anillo de un metal preciado. Una visión reduccionista diría que este es EL TERRENO genuino y exclusivo de la lucha de clases. Es muy importante, pues la economía es “la madre del cordero”. El sindicalismo. El cooperativismo. El asociacionismo autónomo y pyme. Organizaciones de Consumidores/as y Usuari@s. Las iniciativas de desarrollo local. Las monedas sociales y otras finanzas éticas y alternativas…Es un sitio apropiado para encuadrar el accionar de las PAH (Plataformas de Afectad@s por las Hipotecas). 

3.‐  Sociopolítico: Es el dedo corazón, como no podía ser de otra forma. Desde el corazón de los movimientos, con los movimientos en el corazón. Digamos que podrían ser toda aquella intervención que pugna por la defensa o extensión de derechos sociales, aun cuando tenga muchas zonas de contacto con el socioeconómico. Las que ven los Servicios Públicos como herramienta de re‐distribución de la riqueza, pero también como garantes de derechos y libertades ciudadanas. A fecha de hoy, las Mareas de todos los colores. Los movimientos vecinales, de solidaridad, de defensa de los derechos LGTB, feminista, antiimperialista, ecologista, derechos de personas discapacitadas,… 

4.‐ Político‐institucional: Dedo índice. Quizás por aquello de que las personas que ostentan cargos de representación institucional con frecuencia utilizan este dedo para señalar (nos) suelen creer que están un nivel por encima, pueden pensar que tienen más autoridad, más inteligencia,… Hasta que gente normal y corriente está empezando a entrar en las instituciones. Este terreno puede ir desde parlamentarios del Congreso y de las Comunidades Autónomas hasta miembros de las Juntas Vecinales en donde hay descentralización municipal, pasando por las concejalías y Juntas de Gobierno de cualquier ayuntamiento. Es el resultado de la “maquinaria de guerra electoral”. Por ahora.   

5.‐ La razón de la fuerza: Más allá de la fuerza de la razón. Toda la maquinaria de las fuerzas armadas, de seguridad pública y privada, de emergencias, del sistema judicial y penitenciario,…que son funcionales al mantenimiento de lo realmente existente o pueden ser influenciadas o atraídas por las fuerzas del cambio y los derechos humanos. También sus respuestas como Coordinadoras Antirrepresión,…o las expresiones de sabotaje difuso de baja intensidad, o las respuestas físicas en disturbios de calle como expresión de rabia o autodefensa. Todo ello entraría en este ámbito. 

La optimización de resultados por parte del BLOQUE HISTORICO del cambio, debe resultar de la amalgama de todo lo que se mueve en estos cinco terrenos y coordinando coherentemente su co‐evolución, por analogía de la teoría de sistemas, mediante la gestión creativa de sinergias fecundas. 

Si no nos percibimos desde la complementariedad dialéctica, y en lugar de tener visión de águila (altitud de miras y amplitud angular), si seguimos con visiones limitadas y limitantes, pensando que el único camino es nuestro particular camino estrecho, vamos mal. No llegaremos a mucho. 

La realidad es poliédrica y los ejes se mezclan y entrecruzan, dando lugar a infinitas combinaciones multicolores. 

La realidad ni es un eje unilineal izquierda‐derecha, ni se limita a la política institucional. 

Y por supuesto, si hablamos de mercadotecnia, debemos recordar que un producto funciona gracias a la marca corporativa, sumado a la marca personal de quienes se asocian a ella, pero muy mucho, gracias a las redes capilares multi‐rrelacionales de agentes comerciales que colocan (colocamos) el producto a pie de calle en los centros de trabajo, de estudio, de ocio y vida. Y también que nos empapamos de las necesidades, intereses, sueños y anhelos de la gente de abajo. Y que somos capaces de procesar y devolver en forma de protestas y propuestas para cambiar las cosas a mejor.

Como dijo Teresa Rodriguez, con dos pies en las instituciones y mil pies en las calles, como metáfora y como realidad para luchar, crear poder popular.




05. 07. 2016 - Murcia